La Hermandad entiende la caridad como fundamento del espíritu cristiano y mandamiento de Jesús, siendo pilar central de su doctrina y fuente de esperanza. Amar y servir al prójimo, hacer felices a los demás, es también camino de felicidad personal y expresión del Amor Fraterno, que constituye la esencia de nuestra vida cristiana.

La Asistencia Social de la Hermandad permite dar testimonio de la fe y acercarse al Señor, convirtiéndose en una forma de evangelización. La caridad se concibe no sólo como limosna, sino como expresión genuina del amor cristiano y compromiso activo con los pobres, enfermos y marginados.

Se promueve una fraternidad universal que trascienda fronteras y prejuicios, haciendo de la Hermandad un espacio donde se viva y se fomente la solidaridad. La santidad se manifiesta en los pequeños gestos cotidianos: entrega silenciosa, acompañamiento y consuelo a quienes lo necesitan, mostrando el verdadero rostro de Cristo.

Dentro de la Hermandad, la caridad comienza en la familia de hermanos, primer ámbito donde se aprende a amar y servir. Cuidar de la comunidad y de la “casa común” es también una expresión de caridad, protegiendo a los más desfavorecidos.