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Ejecución de un nuevo órgano de tubos de estilo romántico
En la tarde del 18 de marzo de 1949, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Sevilla, don Pedro Segura y Sáenz, bendijo el nuevo templo, que sería elevado posteriormente a la dignidad de Basílica Menor por Breve Pontificio de Su Santidad el Papa Pablo VI, el 12 de noviembre de 1966.
Desde entonces, las sucesivas Juntas de Gobierno han centrado sus esfuerzos en enriquecer la ornamentación interior del templo, con el propósito de dotarlo de mayor belleza, esplendor y magnificencia. Entre las intervenciones más destacadas se encuentran el revestimiento con mármoles de diversos colores, la incorporación de pinturas alusivas a escenas de la vida de la Virgen María, la instalación de retablos, lampareros, lámparas votivas y, de forma sobresaliente, la ejecución del majestuoso camarín de la Virgen de la Esperanza.
No obstante, y pese al constante empeño por embellecer el templo, nuestra candidatura a Junta de Gobierno considera que carece de un órgano que esté a la altura de la dignidad de nuestra Basílica Menor consagrada a Santa María de la Esperanza Macarena.
Por ello, proponemos la construcción de un órgano de tubos que pase a formar parte del patrimonio artístico, litúrgico, histórico y musical de la Hermandad de la Macarena.
El órgano ha estado presente en la liturgia de la Iglesia Católica desde el siglo VI y es el único instrumento musical que posee un rito específico de bendición. Su majestuosidad lo convierte en el medio idóneo para solemnizar las celebraciones litúrgicas, capaz de elevar las almas a Dios y engrandecer la oración. La Iglesia reconoce en el órgano un símbolo de la grandeza y solemnidad de la música sacra, por lo que los principales templos de la Cristiandad cuentan con un instrumento de estas características.
La presente propuesta contempla la construcción de un órgano de tubos expresamente diseñado para responder a las necesidades litúrgicas y musicales de una Basílica a la que peregrinan a diario cientos de fieles.
Se concibe como un legado musical perdurable, con capacidad para abarcar una amplia tesitura sonora. El instrumento contará con una gran variedad de timbres capaces de emular distintas secciones de una orquesta —como cuerdas (violas da gamba, violón), trompetas, entre otros—, lo que le proporcionará una rica paleta de colores sonoros y una versatilidad interpretativa excepcional.
La Hermandad de la Macarena posee un amplio y valioso patrimonio musical que condiciona las características que este órgano debe tener. Por ello, se plantea la construcción de un instrumento de estilo romántico, cuya sonoridad cálida, expresiva y envolvente resulta especialmente adecuada para el repertorio musical que atesora nuestra Hermandad.
Asimismo, el órgano se integrará como instrumento acompañante de la Coral Polifónica y de la Escolanía de la Hermandad de la Macarena, enriqueciendo el trabajo de las voces de nuestros hermanos, quienes dedican su tiempo y talento para engrandecer los solemnes Cultos de nuestra corporación.
Cabe destacar que la construcción de un órgano de tubos es un proceso artesanal de gran complejidad. Comenzará con un diseño cuidadosamente elaborado, primando la optimización del espacio, sin disminuir el área destinada a la Coral Polifónica y a la Escolanía. A continuación, se procede a la fabricación manual de cada tubo —en metal o madera—, la construcción de los mecanismos (caja de viento, fuelles y transmisiones), y finalmente, al montaje e instalación del instrumento. La última etapa corresponde a la armonización, fase esencial que asegura la afinación y la calidad sonora del órgano.
